Nada está escrito en la industria del smartphone. En 2006, Nokia todavía controlaba más de la mitad de la cuota del mercado de los teléfonos inteligentes. El iPhone no aparecería hasta el verano de 2007. Y nadie fabricaba teléfonos Android.
Android Inc, adquirida por Google
en 2005, no emergería como un participante en la arena hasta que HTC
lanzó el smartphone Dream en el otoño de 2008.
La firma Android, por supuesto, pasaría a dominar el mercado mundial, presente en el 70% de los smartphones vendidos en el último trimestre de 2012. Hace cinco años, Android era un sistema operativo móvil de código libre ofrecido a los fabricantes de dispositivos que querían rivalizar con Nokia, Apple y BlackBerry. Fue el sistema operativo que cimentó la Open Handset Alliance, cuyos miembros incluían a HTC, Samsung y Motorola.
Desde el principio, HTC surgió como la compañía con más probabilidades de tener éxito como el gran fabricante de teléfonos Android. No sólo gracias a Dream -el inaugural smartphone Android- sino también al Nexus One, el primer intento de Google de diseñar su propio teléfono.
Android pudo haber sido un sistema operativo abierto, pero necesitaba un líder. Y desde el comienzo, HTC parecía ser ese líder. Pero es Samsung quien gobierna el imperio Android en 2013.
¿Y qué pasó con HTC? De acuerdo a los últimos datos, desfallece. Según comScore, su cuota de suscriptores de smartphones en Estados Unidos cayó 1.3 puntos porcentuales para descender a 9.3% en los tres meses que finalizaron en febrero, un declive mayor al de Motorola (ahora propiedad de Google).
Samsung, por su parte, aumentó su cuota en un punto porcentual y Apple en 4 puntos. Según Barclays Research, en términos de envíos mundiales de teléfonos inteligentes, HTC podría caer al número 10 de la lista este año.
La semana pasada, HTC ofreció un informe preliminar de sus ganancias del primer trimestre y las noticias no fueron buenas. La utilidad neta disminuyó 98% a 85 millones de nuevos dólares taiwaneses (NT) (2.8 millones de dólares estadounidenses), muy por debajo de las estimaciones de los analistas de NT 600 millones de dólares.
Los ingresos cayeron un 37% a 42.8 millones de dólares. El trimestre marcó el sexto declive consecutivo en beneficios para la empresa taiwanesa.
Para algunos, estas desalentadoras cifras constituyen otra señal de que el barco de HTC se hunde. La mayor parte de las (decepcionantes) ganancias provinieron del retrasadolanzamiento del teléfono HTC One
, un dispositivo Android con una atractiva pantalla que había cosechado críticas muy positivas. La escasez de cámaras habría ocasionado la demora de los nuevos teléfonos. Los fabricantes de smartphones no sólo tienen que competir por los consumidores, también compiten a menudo por los componentes.
El HTC One estaba programado para debutar en marzo, varias semanas antes del nuevo smartphone de Samsung - el Galaxy S4, que también había ganado positivas críticas iniciales y recibió una buena cantidad de atención ahora que Samsung se ha convertido en un rival de Apple.
Tener esa ventaja temporal de un mes podría haberle ayudado a HTC a robar reflectores y demostrar que estaba progresando con sus smartphones. En cambio, el lanzamiento del HTC One se retrasó hasta abril, y se espera que comience a distribuirse esta semana.
Las acciones de HTC cerraron con una pérdida de 2.2% el día que la compañía divulgó esos números. Pero acumularon un alza de 8.5% en los siguientes cuatro días, para cerrar la semana en 261.50 dólares. Ese rally parecía desprenderse de la buena acogida de Facebook Home
, el esfuerzo de la red social por apropiarse del sistema operativo Android para crear una interfaz diseñada en torno a su propia red y que opere como una primera ‘capa'. Otro teléfono de HTC, el First, se presenta como el primer teléfono Facebook Home, aunque Home podrá descargarse a otros teléfonos Android.
Sin embargo, la disminución de su cuota de mercado ha repercutido en los títulos de HTC, que han bajado considerablemente en los últimos años, cotizando 80% por debajo del pico máximo de 1,300 dólares NT alcanzado en abril de 2011. El objetivo es que el teléfono One invierta esa tendencia, con su impresionante pantalla, una carcasa diseñada para rivalizar con la del iPhone, y un procesador de imagen que HTC fabricó por sí mismo.
Los analistas de Wall Street siguen divididos sobre las perspectivas para HTC, pero la mayoría cree que el teléfono One tendrá un mayor impacto en su suerte que el First.
JP Morgan, que calificó al One como "la última oportunidad de HTC para cambiar rumbo", dijo en un informe la semana pasada que "los primeros signos de las tasas de pedidos son muy fuertes" y podría generar un crecimiento del 50% en los ingresos este trimestre con respecto al trimestre anterior. Otros, como Goldman Sachs, estaban preocupados de que los problemas de la cadena de suministro que retrasaron al One pudieran seguir siendo un factor negativo.
El smartphone One es la mejor oportunidad de HTC para recuperar cuota de mercado. El nuevo jefe de marketing de la compañía recientemente prometió incrementar los esfuerzos y un enfoque más audaz para llegar a los consumidores en un mercado inundado de teléfonos Android.
La semana pasada, para promover el HTC One, la compañía lanzó una campaña publicitaria burlándose de los reality shows televisivos en sitios web como funnyordie.com.
En el mercado de los teléfonos inteligentes, los gustos de los consumidores son tan volubles que HTC podría volver a colocarse entre los favoritos. Pero por ahora, el fabricante de dispositivos Android que alguna vez parecía tener el éxito asegurado sólo lucha para permanecer en el juego.
Cnnexpansion.com
miércoles, 17 de abril de 2013
La supervivencia de HTC
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