Con la llegada de Windows 8 ya es oficial: el mundo de la informática se ha vuelto táctil. Cambiar de canción en el MP3, llamar por teléfono, hacer fotos y, sí, usar Windows, es cuestión de manosear una pantalla en todas direcciones.
¿Ha llegado el momento de darle el último adiós al ratón y al teclado? ¿Son las interfaces táctiles la respuesta a todos nuestros problemas? Yo creo que no.
Interfaces multitouch, un invento nuevo muy viejo
Manejar un ordenador con los dedos no tiene nada de nuevo. De hecho, el término proviene de los años 60. Así pues, ¿por qué este boom de los últimos años?El sistema iOS del iPhone nos ha demostrado que es factible manejar un teléfono con un sólo botón, relegando el resto de operaciones a pulsaciones en una pantalla virtual, cambiante según la aplicación de turno.
Desde entonces, todo el mundo se está lanzando a la piscina. Android, el sistema operativo de Google, Windows Phone, de Microsoft, e incluso BlackBerry, cuya marca de identidad es un teléfono con varias ristras de teclas, ha tenido que apostar por los teléfonos táctiles.
Pero no sólo podemos llamar a casa sin pulsar botones o usar el ratón. El control táctil también lleva varios años sobrevolando la escena de las videoconsolas e incluso amenaza con invadir varios más de nuestros electrodomésticos en los próximos años.
Su última osadía es la que nos trae este post: su incursión en el mundo de la informática de consumo, de la mano de Windows 8.
¿Son las interfaces táctiles la respuesta a todas nuestras preguntas?
No lo creo. Para un fabricante, proporcionar a sus productos de una pantalla táctil en lugar de otro dispositivo de entrada (teclado, botones, ratón) le proporciona más flexibilidad. Las posibilidades son casi infinitas, y dependen únicamente del software que tenga instalado.Sin embargo, para el usuario, tiene sus ventajas e inconvenientes.
Inconvenientes de las interfaces táctiles
Como usuario, el impacto de este tipo de entrada es desigual. Estos son los inconvenientes del uso (o, mejor dicho, del abuso), de la entrada táctil:- Tus dedos no son transparentes: Una aplicación bien diseñada se escala perfectamente a cualquier tamaño de pantalla, pero no así tu dedo. Este siempre tiene el mismo tamaño y, además, no es transparente. Mientras estás moviendo cosas por la pantalla, no puedes ver qué hay debajo.
- Se te cansa el brazo: La mayoría de las veces, necesitas dos manos para manejarte en una interfaz táctil como la de Windows 8. Lo que harías girando ligeramente la rueda del ratón implica mover bastante más la mano, y lo mismo para desplazarte por la pantalla. ¿No te parece mucha diferencia? Imagina mover archivos en una pantalla de 40 pulgadas.
- Se dibuja / escribe casi igual de mal que con el ratón: Hay un motivo por el cual usamos lápices en lugar de escribir directamente con el dedo: tienes más precisión al usar varios dedos para sujetarlo. Para dibujar y escribir, nada como una tableta gráfica.
- No se escribe igual que con un teclado: Los teclados virtuales han evolucionado y mejorado mucho, pero nunca llegan a la altura de un teclado físico. Mientras lo usas, el feedback que recibes se limita a una respuesta háptica (una ligera vibración, quizá con un sonido) pero no sientas las teclas, como se pulsan o los espacios que las separan. ¿El resultado? Escritura más lenta y un teclado virtual tapando la mitad de la pantalla.
- El diseño se resiente: Adaptar una aplicación para su uso táctil no es fácil. Hay que tener en cuenta el tamaño de los dedos, la enorme variedad de tamaños y configuraciones y adaptar el diseño para minimizar los errores involuntarios. En la práctica, suele suponer un aspecto más tosco. Tenemos dos ejemplos de este cambio en la nueva versión de Hotmail: Outlook.com y en la interfaz de Windows 8, el paraiso de los cuadrados y los espacios vacios.
Ejemplo de espacio desaprovechado al no escalarse bien al tamaño de una tablet
- Los problemas de comunicarse a través de una pantalla: Usar una pantalla para comunicarte supone que, si no ves la pantalla, no puedes hacer nada. Por ejemplo, quizá no puedes descolgar tu teléfono si te llaman y es un día tan soleado que apenas ves la pantalla. Este problema no es nuevo: en 1986, el Buick Riviera era el primer coche en incorporar un ordenador central con pantalla táctil para controlar varias funciones. No gustó: si el ordenador se averiaba no había modo de ajustar la calefacción o controlar la radio.
¿Y este sistema tan moderno, qué es, Windows 8? No, es un Buick Riviera de 1989
- No son para todos: A la hora de diseñar aplicaciones para pantallas táctiles, se tiene en mente la persona media: ser humano, diestro, con dos brazos, 10 dedos y buena vista, pero obviamente muchas personas no cumplen todos los requisitos.
Ventajas de "la era táctil"
¿Tan malas son las interfaces táctiles? No, por supuesto, también tienen sus ventajas:- Son más intuitivas: Los elementos de la interfaz se pueden adaptar a cada situación y, en general, se suelen limitar a lo que necesitas, estando siempre más o menos visible. No tienes que acordarte de hacer doble clic, usar un críptico atajo de teclado, arrastrar y presionar Shift...
- Son ideales para manipular imágenes: Algunos gestos táctiles son tan naturales que resulta frustrante usar el ratón o el teclado para hacer la misma acción. Por ejemplo: desplazarte entre distintas imágenes en un álbum, o ampliarlas y rotarlas pellizcando en la imagen con dos dedos.
- Nuevas posibilidades para juegos: El control táctil ha traído un nuevo concepto de juegos que no sería posible sólo con teclado y con ratón, pues aprovecha las peculiaridades de interactuar directamente en la pantalla.
Temple Run: técnicamente sería posible jugar con teclado y ratón, pero perdería gran parte de su atractivo
Entonces, ¿es buena o mala la invasión tácil?
En mi opinión, es buena siempre y cuando se ofrezca como un complemento y no un remplazo de otros dispositivos de entrada. ¿Por qué tenemos que elegir, si podemos tener ambos?Es una respuesta similar a la que encontraron en Microsoft al diseñar Windows 8. Está preparado para vivir en dos mundos: táctil (más para tabletas) y tradicional (para ordenadores), pero es inevitable que el primero ha tenido efectos secundarios en el segundo: aunque no tengas la más mínima intención de usar Windows 8 en una tableta, en ocasiones tienes una experiencia de usuario diseñada para ellas.
En resumen, la utilidad de una interfaz táctil depende de qué tipo de aplicación vas a usar. En juegos, son un buen compañero de juegos casuales, para pasar el rato. La interacción directamente en la pantalla trae muchas posibilidades interesantes. Por otro lado, los juegos complejos o que requieren muchos botones suelen perder jugabilidad en un entorno táctil. Simplemente, los botones virtuales no son tan buenos como los reales.
En la manipulación de imágenes, las interfaces táctiles resultan más cómodas. Ampliar, moverte entre imágenes y rotar imágenes es más rápido e intuitivo que usando el ratón, pero si vas a editar la imagen, Photoshop y un ratón o tableta gráfica es más práctico.
Para la escritura y la ofimática, nada como un viejo teclado, ratón y suite ofimática como Microsoft Office 2010. Microsoft ha intentado adaptar Office al mundo táctil con Office 2013, aunque el resultado no convence mucho ni desde el punto de vista equipo de sobremesa, ni de pantalla táctil.
Microsoft Office 2013, ¿Qué dedos hay que tener para usar esos menus?
Es difícil concluir si el futuro será
táctil o no, aunque es evidente que estamos en un período de transición
donde se intenta contentar a todo el mundo, y al final nadie se queda
contento. ¿Un ejemplo? Windows 8: con un modo Escritorio difícil de
manejar en una tableta, y unos cuantos gestos y modos de uso incómodos
si tienes teclado y ratón.
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