Nintendo está en problemas. La largamente respetada compañía de videojuegos anunció a principios de esta semana que las ventas de su consola casera más nueva, el Wii U, fueron menores a lo previsto, con sólo 3.06 millones de unidades vendidas. En octubre pasado, la compañía había dicho que esperaba vender cerca de 5.5 millones de máquinas hasta finales de marzo, pero ahora esa cifra ha sido reducida a cuatro millones.
Las ventas de software tuvieron un mejor desempeño: 11 millones de juegos vendidos hasta finales del año pasado, aunque Nintendo también redujo sus expectativas en esa área, de 24 millones a 16 millones vendidos hasta marzo.
Cuando lei una reseña del Wii U en noviembre pasado, descubrí muchas cosas genuinamente agradables: una divertida experiencia a doble pantalla y varios títulos de lanzamiento interesantes, por nombrar algunas. Sin embargo, la consola tenía -y todavía tiene- aspectos poco pulidos. Esto es lo que Nintendo debe hacer para potencialmente acelerar esas ventas flojas:
Bajar el precio (obviamente). El Wii U inicia en 300 dólares por el modelo estándar y sube desde allí. Si esto fuera 2001, ése es un precio que los jugadores no pensarían dos veces. Pero los tiempos han cambiado, y aunque no muchos jugadores tradicionales o creadores de juegos quieran admitirlo, los juegos casuales en los dispositivos iPhone y iPad de Apple y Android de Google están absorbiendo a los usuarios más jóvenes.
lunes, 11 de febrero de 2013
Wii U: ¿qué le falla a Nintendo?
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